El 14% de los viñedos en Argentina son de Malbec

Datos preliminares del censo del INV indican que hay 30.000 hectáreas de Malbec y 103.000 hectáreas de tintas que abarcan 48% de la superficie cultivada, cambiando la relación histórica entre uvas comunes y de alta calidad enológica.

De la lectura de los datos preliminares que arroja el primer censo vitivinícola de Argentina en 20 años, la conclusión es que pasó de tener 60% de su superficie cultivada con uvas para vinos básicos, a 40%.

Cereza, criolla grande, criolla chica y moscatel (rosadas) son uvas para vinos básicos y mosto; a estas se suma la Pedro Giménez, que es una blanca tanto para blanco de blancas, como para mosto. En total hay unas 55.000 hectáreas cultivadas con uvas para vinos básicos, contra 103.000 de uvas tintas, para vinos de alta calidad enológica.

Según detalló el presidente del INV Guillermo García en base a estos datos preliminares del reciente censo- que se hizo de forma detallada con un trabajo de georreferenciación – las rosadas suman el 28% de las 228.000 hectáreas cultivadas. El Malbec tiene el 14% de esa superficie.

El dato es un verdadero hallazgo, ya que históricamente la Cereza superó a las demás variedades. Hoy el Malbec iguala en cantidad de hectáreas el cultivo de uva Cereza -14,5%-; hay más hectáreas de Bonarda (8,3%) que de Criolla grande (7,9%) y el Syrah -con el 5,9% de la superficie cultivada- supera a la variedad Pedro Giménez.

Se estima que el Cabernet Sauvignon ocupa el 7,6%, Syrah 5,9%, Merlot 2,9% y Tempranillo, 2,8%; Pedro Giménez 5,5%, Torrontés Riojano 3,5%, Moscatel 3,3% y Chardonnay 3%,

En totales (con uvas de mesa incluidas) las Rosadas suman el 28,6% del total de hectáreas. Las Tintas 48% y las Blancas 24%; no obstante el padrón necesita depuración para arrojar datos más exactos los que serán publicados en un libro y difundidos en las distintas regiones en aproximadamente dos meses, según adelantó Guillermo García.

Mejora la rentabilidad

Erradicación de viñedos improductivos, cambios en los sistemas de conducción e incorporación de tela antigranizo en al menos 15.000 hectáreas, son indicadores que apoyan la mejora en la rentabilidad de los viñedos. “Los rendimientos que medimos por hectárea son mayores – detalló García – de los 113,5 quintales por hectárea en Mendoza y 131,5 quintales por hectárea en San Juan que medimos en 2010, en 2011 los rendimientos fueron de 125 qq por hectárea en Mendoza y de 161 qq por hectárea en San Juan; este cambio se da por las hectáreas que se han dado de baja; se han cambiado viñedos improductivos en su mayoría, por viñedos productivos”, evaluó.

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ref - uvayvino